martes, julio 25, 2006

VA DE CUMPLEAÑOS...

Mi mejor creación hasta ahora.

Pues sí. Hoy hace un añito que estamos por aquí blogeando y tal y tal. Pero también hoy sería de recibo recordar que Esther cumple 14 meses, 13 días y unas cuantas horas. Y no me refiero al personaje creado por Purita Campos que ése lleva ya cumplidos más de la treintena (35, para ser exactos). No. Me refiero a ese personajillo cocreado por un servidor, el AleS, y del cual teneis una muestra unas líneas más arriba. He dicho.

lunes, julio 17, 2006

POR QUÉ NO NECESITAMOS A ESTE SUPERMAN...

¿Dos mejor que uno?


Parafraseando uno de los artículos de Lois Lane (el que finalmente le valdría su ansiado Pulitzer), uno se pregunta esto al ver Superman Returns. Vaya por delante primero que no voy a destripársela a nadie que no lo haya visto aún, y, segundo, que prefiero unas mil veces más cualquiera de las tres primeras. ¡Ojo!, he dicho las “tres”, no las dos. Tampoco voy a cebarme en las evidentes diferencias actorales que hay entre los dos protagonistas que interpretan a los dos personajes (Clark Kent/ Superman), que las comparaciones, ya saben, son odiosas, pero evidentemente el Brandon Routh éste no le llega ni al dobladillo de la capa al mítico Christopher Reeve.
Voy a empezar comentando el montón de guiños a las dos primeras: los inevitables acordes de John Williams (si no, ¡no sería Superman!); las créditos en plan 3D como en toda la saga; Marlon Brando como Jor-El; el mismo planeta Kripton; la nave de la “segunda” llegada de Superman es la misma que en Superman I; la foto de Glenn Ford en la chimenea de los Kent; la estética un tanto ochentera de la película con un Clark Kent calcado al que creó Christopher Reeve; el artículo de Lois Lane “Yo pasé una noche con Superman”; la misma Lois Lane sin un Maria Moliner a mano; la kriptonita robada del museo –la misma de Superman III-; o un Lex Luthor, el mismo pseudovillano de tres al cuarto de las dos primeras entregas salido de prisión tras Superman II (quizás con menos vis cómica). Estos son algunos de los homenajes que hace su director, Brian Singer, a los títulos cinematográficos precedentes del superhéroe de la DC.
También habría que destacar otros guiños, éstos más bien dirigidos al aficionado de siempre a los cómics del vástago de Kripton que a la saga del personaje. Por ejemplo, la portada del Action Comics #1 (junio de 1938, primera aparición de Superman) donde se le ve levantando un coche.
Pero, en definitiva, Singer ha aportado bastante poquito en este título de Superman Returns a la saga, al personaje en concreto e, incluso, al cine en general. A parte de este cúmulo de guiños y homenajes, claro. Ha mantenido la imagen del ñoño y pasado Clark Kent (¿otro homenaje al Superman de Reeve?), y, eso sí, ha creado a una nueva Lois Lane, insultantemente joven, cuajada con litros de horchata circulando por sus venas. Ah, y, bueno, ha desperdiciado el talento de un pedazo de actor como es Kevin Spacey.
Por otra parte, hay una continua serie de incongruencias narrativas y dramáticas (cinematográficamente hablando, no me refiero a la fidelidad con respecto al cómic y demás pamplinas) que uno no termina de creerse, al leer los títulos de crédito al finalizar la película, que sea Singer (¡el de los X-Men, el de Sospechos Habituales!) el responsable de tanto despropósito. ¡¡Un premio Razzie para el montador!!
Ni siquiera los cacareados efectos especiales aportan alguna novedad. De hecho, a algunos de ellos se le nota ya el truco (no quiero imaginarme cómo cantarán dentro de unos años).
Por lo tanto, y sólo por estos “homenajes” y la nostalgia que le tenemos al personaje, a uno se le podría ocurrírsele meterse a ver este título. Bueno, y por las dos horas y media de calorín que te quitas de encima.
Pero, como decía la promoción de una cadena privada anunciando la emisión de la primera entrega de esa superproducción kitsh de 1978, Superman, The Movie -dirigida infatigablemente por Richard Donner-: me quedo con “la auténtica”.

viernes, julio 07, 2006

ABRIENDO BOCA...

La Luna de Metropoli(S)



Todos los viernes acudo al quiosco a comprar el periódico. Es casi ya un ritual. El sol caía como un demonio. Era la una del mediodía, joder. Pero a quién se le ocurre salir a esas horas de casa. A mí. Hoy la portada del suplemento que acompaña al periódico promocionaba el inminente estreno de la película Superman Returns. ¡Vaya novedad cuando no hay una sola publicación o medio de comunicación que no intente vendértela!
Sin embargo, había cierta novedad esta vez en el envoltorio. A modo de página de cómic se cuenta como ha pasado el papel de tan superheroico personaje de manos del mítico Christopher Reeve al aún desconocido Brando Routh. Dentro poca cosa que no se haya repetido ya mil veces en mil sitios diferentes: que si ha tenido un presupuesto de 200 millones de dólares; que si este proyecto llevaba 20 años dando vueltas por los despachos de la Warner y la consiguiente lista de directores candidatos que ha tenido –desde Tim Burton hasta Oliver Stone, pasando por gente tan dispar como Kevin Smtih, Michael Bay, Stephen Norrington, Wolfgan Petersen o (¡ay!) McG-; que si Kevin Spacey interpreta al Lex Luthor más malvado que se haya visto; que si el papel de Lois Lane lo interpreta tal actriz que ha tenido que cambiarse el tinte; que si se han rescatado imágenes de Marlon Brando del primer Superman de 1978; que si… que si…
Pero lo más curioso, dentro de esta retahíla de curiosidades, es que esta quinta entrega de la saga no vaya en ese lugar. No, ya que se situaría entre los hechos acaecidos entre Superman II (1980) y Superman III (1983) y obviando, con mucho acierto, la bochornosa Superman IV, En busca de la paz (1987). Y es que este último título no había por donde cogerlo. Yo tenía apenas 13 años y me pareció la mayor bobería del mundo. Por entonces, la serie de cómic estaba en manos de un férreo John Byrne que controlaba las tres colecciones (Superman, Action Comics y Adventures of Superman) y, lógicamente, fue invitado a colaborar en el proyecto. Al respecto Byrne declaró: “Escribí varios planteamientos para la cuarta película de Superman, por los cuales pasaré un millón de años en el Infierno. No llegarían a usar ninguna de mis ideas, pero el hecho de que estuviera vinculado con aquel pedazo de mierda es suficiente para enviarme al purgatorio para siempre”.
Superman regresa del espacio seis años después y descubre que, en su ausencia, todo ha cambiado: Lois Lane ha tenido un hijo y la ciudad ha aprendido a vivir sin él. Pues eso, veamos cómo sigue la cosa porque el miércoles próximo realizaré otro ritual: ver otra entrega más de Superman en el cine.

domingo, julio 02, 2006

40 AÑOS DE DICTADURA (MUSICAL)

Nuevo logo y lema de la cadena a partir de ahora.

Por enésima vez emiten por la tele el concierto celebración de los 40 años de la cadena (¿musical?) Los 40 Principales. Estoy hablando de los canales de pago, claro. Lo cual sangra más. Una confesión antes de continuar: Yo fui abducido por Los 40. Sí, allá por el 86 y 87 recuerdo conciertos en el puerto de Almería. Y uno de Cómplices en el Paseo de Almería. Fueron unos años de enajenación musical que fue sobradamente subsanada en años posteriores escuchando a Lou Reed, Bob Dylan o los primeros discos de Pink Floyd -entiéndase hasta que Roger Waters abandona el grupo en The Final Cut (1983)- y a la verdadera Movida de los 80 y no a esos grupos de plástico PVC que nos vendían como lo más de lo más. Y que, sinceramente, no recuerdo ni un puñetero nombre.
Bueno, a lo que iba, vuelven a reciclar este pésimo y dilatado directo de conmemoración y recuerdo una soberbia y acertada crítica leída en los blogs de EL MUNDO.es. Lo firma Javier Pérez de Albéniz y no tiene desperdicio alguno.