domingo, septiembre 10, 2006

OTRA PITUFABLE COLECCIÓN


La variedad de coleccionables por fascículos que aparecen en los kioscos todos los años por el mes de septiembre roza cada vez más el paroxismo. Hay para todos los gustos y colores. Están los clásicos: el curso de idiomas, el de dibujo y pintura, el de relojes y/o estilográficas de época, el de maquetas de esto o de lo otro. Luego están los inclasificables: colección de perfumes, de trajes de época, abanicos o pipas del mundo. Y luego están aquellos para los que ni Valle Inclán tendría calificativos y os aseguro que el de “esperpento” queda corto: conchas de mar, hadas de los bosques o, el penúltimo en aparecer, bomberos del mundo. Pero, a veces, uno, a parte de alucinar, se lleva gratas sorpresas hojeando los particulares chiringuitos a lo top manta que parapetan los kioscos y al kiosquero cual soldado vigía en su almena.
A lo que iba, y es, ni más ni menos, que no pude resistirme a la primera entrega del coleccionable de Los Pitufos –alguno por el título del post ya lo sospechaba, ¿verdad?-, la cual se abre con el estupendo álbum Los Pitufos negros.
Y es que a esta serie de Pierre Culliford “Peyo” le guardo gran cariño al asociarla con mis años en los primeros cursos de la E.G.B. donde nos “obligaban” a traernos cómics (“tebeos” se decía entonces) para intercambiarlos y leerlos en clase. Yo ya me había codeado con los Mortadelo, Astérix, Tintín, el Pulgarcito e incluso con Roberto Alcázar y Pedrín, pero aquellos tebeos protagonizados por unos seres que parecían duendes y eran de color azul me eran totalmente desconocidos. Y, por tanto, novedosos. Aquel tebeo que se trajo Juanito (recuerdo todavía que así se llamaba el chaval) se trataba del álbum de La Pitufina. Y era el número 4 de la colección Olé que publicaba Bruguera dedicada a estos graciosos personajes. Ese tebeo recuerdo que fue causa de uno de mis primeros delitos y lo conservé en casa muchos años. Luego desapareció también de allí. Con el tiempo he conseguido encontrar éste y otros álbumes de los publicados por Bruguera así como algún que otro de Johan y Pirluit. Precisamente en esta serie, que empezó a dibujar Peyo en el año 1952, fue donde seis años después en la aventura La flauta de los pitufos (nos) descubren la aldea habitada por estos pequeños seres azules. A partir de 1960 Los Pitufos viven sus aventuras como serie independiente y con los años se hicieron tan populares que Peyo creó primero su propio estudio y luego su propia editorial, Cartoon Création.

Colección Los Pitufos.
Primera entrega: Los Pitufos negros (2,95 €)
Segunda entrega: La Flauta de los pitufos / El rey pitufo (7,95 €)
A partir de la tercera entrega el precio por álbum cuesta 7,95 €
Otros títulos de la colección: La Pitufina, Los pitufos y el huevo, El pitufo aprendiz, El pitufo salvaje, etc. hasta un totalde 24 álbumes.

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